Residentes de la comunidad de Salamanca, perteneciente al distrito municipal de La Cuaba, en Pedro Brand, denunciaron que tienen más de dos años esperando que terminen de construir el Centro Educativo Gregorio Pérez, único en impartir educación básica en el sector.
Según informaciones ofrecidas por Domingo Valenzuela, director de la escuela, a mediados de 2021 se empezó la reparación y acondicionamiento del centro y por considerar que la reparación llevaría mucho tiempo, el Ministerio de Educación pidió “que le prestaran” el local de la Iglesia Católica San Francisco de Asís por seis meses, pero, dos años después, siguen impartiendo las clases en el pequeño local de la iglesia donde no hay espacio para el estudiantado.
“Cuando el gobierno se instaló, inició la construcción de cinco aulas, un comedor, una cocina, una media cancha y un aula inicial, y esa obra se ha paralizado en tres ocasiones. Después de la tormenta Franklin no le han puesto la mano a ese centro. Entonces, el contratista le dice al supervisor que sí están trabajando y no es así. La situación aquí es caótica”, dijo Valenzuela.
De igual manera, explicó que les corresponde dar tanda extendida. Sin embargo, han tenido que dividirla en dos tandas diferentes por el espacio tan pequeño que tienen.
Los cursos desde nivel inicial hasta tercero se imparten de 8:00 de la mañana hasta el mediodía, mientras que los cursos de cuato a sexto son de 1:00 a 4:00 de la tarde. En ambos horarios tienen que dejar espacio para que los niños almuercen.
En la actualidad, tienen 137 estudiantes y solo este año escolar entraron 22 nuevos, ya que, a pesar de la precariedad, “no se le niega la educación a nadie”.
Al visitar la capilla, se pudo observar que las clases de los diversos niveles educativos son impartidas en un solo espacio al mismo tiempo, además de estar junto a las oficinas administrativas.
Aparte del área de los cursos, los estudiantes solo tienen a su disposición dos baños en muy malas condiciones, que solo cuentan con un inodoro, y la parte de adelante de la iglesia, la cual queda próxima a la calle, por lo que solo se usa para realizar el acto cívico todas las mañanas.
Cabe resaltar que los niños y los profesores son quienes tienen la responsabilidad de organizar el espacio cuando llegan en la mañana.
Ignacia de los Santos, quien tiene dos nietas y cuatro sobrinas en el centro, expresó que, cuando llueve, es peor porque el lugar se inunda. “El calor no se aguanta. Los niños entran ahí y están como sardinas. No podemos permitir que ellos sufran como lo están haciendo”, agregó.
De los Santos también aseguró que les hicieron la propuesta de que los estudiantes recibieran docencia en el segundo nivel de la escuela, a la vez que construían abajo, pero los padres se negaron.
Por su parte, una profesora de la tanda vespertina dijo que los que trabajan en la tarde deben llegar en la mañana y quedarse sentados en la calle hasta que la jornada empieza. “Nosotros vivimos pendientes. No damos recreo, debido a que no tenemos el espacio para eso”, puntualizó.
Asimismo, Elías Adames, alcalde de Salamanca, mencionó que el trabajo de la escuela “va demasiado lento” y que los padres tienen muchas dificultades porque los niños deben trasladarse todos los días a la iglesia.
“Nosotros esperamos que las autoridades le hagan caso a la situación, ya que nosotros con mucha prioridad lo estamos necesitando porque es un peligro. Tenemos una calle que ni siquiera tiene aceras. Los niños tienen que tirarse a caminar en el mismo pavimento por donde pasan los vehículos y los motores. Nosotros hemos tenido hasta casos de accidentes por esa misma situación”, indicó Adames.
En ese sentido, muchos de los padres manifestaron que paralizarán la docencia, si no obtienen alguna respuesta de las autoridades, debido a que no permitirán que sus hijos sigan recibiendo clases en un espacio que no es apto para que obtengan los aprendizajes de sus clases.
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